«El olor de un pétalo de rosa, o de miles más. El sabor de un vino tinto reserva. Un concierto en el Palacio Olímpico de Badalona con acústica envidiable. La ebullición de ideas plasmadas en papel por parte de un autor». Tú eres mi historia fácil de recordar.
Cierra los ojos y visualiza el significado que tiene para ti recordar.
Recordar es obtener datos almacenados en nuestra memoria, en imágenes, sonidos o palabras. Seguro que todos tenemos muchos “datos”: Vacaciones, sueños, logros, aquello fácil de recordar…
En esta historia todo el universo conspiró en mi contra. Y tú eres el motivo de este blog. Expreso con letras lo que con la voz no puedo. Redacto aquello en lo que creo. Tú eres mi historia fácil de recordar.
La flora, la fauna y demás seres vivos transmitieron en conjunto una energía que no bastaba para mantenernos unidos. A pesar de querernos tanto, nada de lo que habíamos logrado hasta entonces tenía valor. Ninguno de los sueños que tantas veces habíamos hablado, ninguno de los intentos por lograr que esa relación funcionara, ninguno de los momentos que pasamos juntos, sirvieron para mantenernos unidos y felices.
Estoy atado de pies y manos, pero con los dedos libres… y eso es lo único que necesito hoy, total libertad para escribir en este blog, lo que no puedo expresar con mi voz.
Sé que tú también me piensas. De eso estoy seguro. Y es curioso, porque creo que nos pensamos a la vez. Y justo en medio de esa confluencia de frecuencias renace todo en nuestro interior:
La primera mirada en aquella cuadra, el primer contacto después de muchos años, el guiño de ojos antes de despedirnos delante de la puesta de sol, el primer Malvabisco por miedo a decir «te quiero», los viajes en barco y en avión para matar las ganas de besarnos y por último los despertares diarios entre besos y sexo en la cama.
Eso si, nos amamos por poco tiempo, al menos esa fue mi impresión ahora que lo pienso.
A día de hoy no puedo creer que aquello en lo que había creído no pudiese seguir siendo real. PEro me conformo con recordar, ya que entendí que el tiempo pasa y la vida corre rápido.
Sé que ya nos perdimos, pero en lo más profundo de nuestro ser sabemos que esto no es un hasta nunca, porque en una historia sin contrato ni los principios ni los finales tienen cabida. Conoceremos otros cuerpos y calmaremos la ansiedad, sufriremos otra vez la separación y seguiremos con nuestra vida hacia adelante. Y con el paso de los años estaremos orgullosos de ser quienes somos y de lo que hemos logrado.
Pero eso si, nunca olvidaremos esta historia fácil de recordar.
Y esto es una historia fácil de recordar para mí en este momento. Una historia que acabó antes de que ni siquiera pudiera empezar. Sabes de lo que hablo. También sé que lees esto y no me importa, porque esta es mi manera de recordarte. Es sano escribir, y para mí esto es arte.
Una historia fácil de recordar es aquella historia que te eleva hasta el cielo y te baja con total delicadeza, por lo que darías todo tu ser sin miedo a perder, algo único e inexplicable…
Mi historia fácil de recordar es mi vida y mis experiencias, es lo que me llevo conmigo a todas partes, aquello que desde pequeño me ha marcado, lo único que llevo siempre en mi mente. Mi familia, mis amigos y demás personas con las que me he cruzado. Tú formas una parte importante de mi historia y no temo enfrentarme a ello, porque de alguna manera u otra tu luz es la que hoy me alumbra debajo de este foco donde redacto este blog en la habitación de mi piso en Barcelona a las 2 de la madrugada.
Ahora siento que debo terminar. He escrito tanto en tan poco que siento que lo debería borrar. PEro con el tiempo queiro volver aquí y leer esto que hoy escribo y entender para siempre que «no hay pena que dure mil años» y que durante mil años voy a recordarte
¡Hasta la próxima!