Muchas veces lo he dicho, puede que más de la cuenta: el amor es el sentimiento más creativo.
El amor mueve montañas. Y no me cansaré nunca de repetirlo.
Es por ello que cuando comencé a escribir aquí sabía que el tema principal debía girar en torno al amor. El amor nos ayuda en muchos aspectos de la vida, mejora nuestro estado de ánimo y nos empuja a conseguir nuestros objetivos.
Probablemente, este blog sería diferente, si tú aún estuvieras aquí. Creo que sería más ameno, alegre y emotivo, más fácil de recordar.
Imagino este blog como un sitio donde expresar lo que sentía por ti. Un poco como hacía Miguel Hernández en su época. Somos víctimas del momento que nos ha tocado vivir. Así que por mi parte quiero aprovechar los sentimientos para hacer de mis escritos mi forma de representar la realidad.
Aunque sin ánimos de comprarme con Hernández quiero comprar los sentimientos y la manera peculiar de verlos, sentirlos e intentar plasmarlos sin vergüenza del que dirán. Cosa que demuestra que a pesar de la distancia y del tiempo, los sentimientos, sentimientos son y TODOS sentimos. Y es que algo tan abstracto como el amor tiene acepciones infinitas, tantas como cabezas hay en el mundo. Lo único que sucede es que unas mentes sienten más intensamente las emociones, y, en cambio, otros son más racionales y tienden a exteriorizarlo menos.
Y desde aquí decreto que usaré el amor para ser mejor, para escribir mejor y para comunicar mejor. Y vendré con el tiempo a releer todo esto que escribo hoy con el orgullo de saber que sentí .
Hoy tenía poco que contar, pero esto va a continuar.
¡Hasta la próxima!