La pérdida de un ser querido, amigo o familiar, es un proceso que todos vamos a tener que pasar. La muerte forma parte de la vida y esta nos va a causar dolor y sufrimiento hasta que podamos empezar a aceptar la situación. A veces sencillamente nos acostumbramos al dolor y lo hacemos nuestro, otras parece que ni el tiempo nos borra ese dolor del pecho.
El duelo es natural y alguna de las emociones que trae son tristeza, apatía, rabia, soledad impotencia, confusión, preocupación, dificultad de concentración o memoria, opresión en el pecho, palpitaciones, alteraciones del sueño, aislamiento social o llanto. Es importante conocerlas para cuando se presenten frente a ti, las saludes y las abraces como si de tu mejor amigo se tratara.
Hace poco recordaba, cuando era pequeño, que en mi humilde barrio tenía unos peculiares vecinos de otra cultura que celebraban la muerte con fiestas y música alegre que duraban cerca de 3 días. Celebraban la vida, pero para mi concepción infantil de la vida, la muerte era un proceso de duelo y furia llena de llantos y maldiciones a la vida por habernos robada un trozo de nuestra existencia. Ellos me enseñaron sin saberlo que la muerte puede ser enfocafada desde otra perspectiva más positiva.
Inevitablemente, pensamientos negativos van a rondarnos la mente, pero es fundamental cambiar esto siempre mediante pensamientos como agradecimiento, magnificación de los momentos positivos vividos, amor e interés. En el corto plazo esto nos ayudará a medir más nuestras capacidades para afrontar la pérdida y en el largo plazo nos puedo colaborar a evitar sufrir una depresión severa.
Cada persona que pasa por un duelo tiene un tiempo diferente. En mi caso, la pérdida más dorlorsa que he sufrido a causa de un accidente de tráfico, duró cerca de 2 años. Con esto quiero decir que simplemente a los dos años lo olvidé y mi vida regresó a la normalidad , si no que el dolor paulatinamente fue decreciendo hasta hacerse parte de mi y acostumbrarme o aceptar la ausencia de ese ser querido. Hoy en día, ese fatídico día es solo un día más en el calendario a pesar de que pensaba que nunca volvería a ver ese día desde otra perspectiva.
Otros duelos han venido de la mano de suicidios, enfermedades terminales y causas naturales. De todos tuve que aprender.
Esta entrada la hago desde otro momento de duelo. Acabo de perder a quien por muchos años fue una de mis mejores amigas, alguien que siempre tenía un «si» para todos los planes, la persona que me acompañó en unos de los viajes más largos e increíbles que recuerdo, una persona que notas su falta cuando no está. Y va a ser fácil recodarla. Una historia fácil de recordar.
Vuela alto, amiga, muy alto. Tan alto como te mereces. Aquí siempre estarás presente en todos los corazones que tocaste..
Ricardo A. Nieto
Creativo multimedia