Si, ya lo sé… y estar solo ha tenido mucho que ver.
Soy una mezcla de genética, ambiente, tiempo y, recientemente, de actitud. Soy la suma de una implantación de valores universales entendidos mediante la cultura colombiana. También soy la suma de la crianza entendida mediante la cultura española.
Hace 4 años no sabía quién era y eso forma parte de la edad. Cada uno desarrolla la suya (o su elemento) en la edad adulta.
Ya sé quien soy
Soy de Colombia, de un humilde barrio. Ello me enseñó desde bien pequeño que la vida no es fácil para todos y menos si no se elige el camino correcto. Que en cualquier esquina se puede ir la paz.
“¡Que bien, ya llega mi papá de trabajar y nos va a dar una vuelta en su DT”
También soy de Formentera y de su calma. Ella me enseñó que en la sencillez de las cosas se encuentra la verdad. Que basta, simplemente, no desear para lograr vivir en paz. Y que en su mar es posible limpiar tu piel. Que el camino es duro y que las amistades menos sinceras desaparecen con el tiempo y que las reales siempre están presentes, además de los que llegan y han llegado.
Y de Barcelona, si… también soy de Barcelona. La ciudad que me dio la oportunidad de aprender. De poder entrar en aquella discoteca para mayores o en aquella asociación canabíca legal. “Hi ha que respectar els intol.lerants, però no pas la seva intol.lerància” o eso me dijeron en 4º de ESO, antes de repetir.
También es la ciudad donde abrí mi mente, perfectamente intoxicada, después de marchar de aquella isla amada.
Se convirtió en mi ciudad Multimedia. La ciudad de la búsqueda de la propia personalidad, de probar lo improbable, ocultándolo por voz familiosocio-cultural… Y os lo juro que lo he pasado mal. No me gusta mentiros. Pero la situación y la edad dieron a la mentira el escenario casi perfecto. Y en 2015 no quiero ninguna mentira más. No, ya no.
“La marihuana daña el cuerpo, pero mantiene el alma joven”
Ayer lo confesé, y con ello me liberé de algo más que me pesaba y no me dejaba avanzar. La primera confesión está aquí.
Ayer fue una actualización del yo. Y es que esta navidad fue tan diferente…. Quizás la más diferente y la que más anclajes ha creado. Unos creados por mí, otros por cuenta ajena (televisión, terceros…) . Porque esta navidad entendí algo importante desde el punto de vista psicológico y es la idea de que algún día los voy a perder y que algún día, inevitablemente, yo también me perderé. Porque soy un número más y, por lo tanto, moriré.
“¿Los números son infinitos pero no eternos?”
No soy perfecto y de hecho creo que nadie lo es, pero eso es un tema lingüístico. Soy consumidor habitual de cannabis y ello no me convierte en un drogadicto ni en un criminal.
Y además, para acabar…
Quiero recordaros como a mis mejores amigos, como mis cómplices, como mis compañeros de trabajo en la vida, como mis 2 más grandes tesoros, como al banco de crédito colombiano que sin dudarlo invirtieron bastante dinero en mí.
Papá y mamá, quiero recordaros como los que recibieron al Karma con los ojos cerrados y lo aceptaron.
Y en esta ciudad me he descubierto, y me enorgullezco de mis maestros.
Y no quiero esperar a que no estén para decírselo.
Ahora entiendo muchos de los consejos de mamá
y mucho más la intuición de papá
(Quizás esto es lo que más entiendo ahora).
Que para mi ustedes son “Espada y Escudo”,
y que su esfuerzo por haber venido aquí lo siento muy adentro de mi,
como si ahora viviese lo que tuvieron que vivir al decidir venir a España.
Ricardo A. Nieto
Creativo Multimedia