Vamos a jugar al adictivo Candy crush
Nunca he sido de jugar. Lo reconozco. Ni en los videojuegos ni en la vida en general. En concreto, en las relaciones siempre he sido de lo serio y no tanto de lo esporádico, pero parece que poco a poco voy derrumbando muros morales más duros que una tonelada de metal. Un placer jugar una …